¿Qué porcentaje de mujeres son infértiles y qué tan comunes son los problemas de fertilidad?
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Para quienes sienten curiosidad por la fertilidad moderna y desean ampliar sus familias, es esencial preguntarse qué porcentaje de mujeres son infértiles. Algunas se preguntan cuán comunes son los problemas de fertilidad, mientras que otras quieren conocer los aspectos básicos de una concepción saludable y las barreras típicas que pueden interponerse en el camino. Este artículo cubre diversas perspectivas sobre la fertilidad, incluidos los impactos de la edad y las consideraciones nutricionales. Muchas parejas descubren que su camino hacia la paternidad involucra múltiples factores, desde el equilibrio hormonal hasta los hábitos de vida. Algunas pueden sentirse abrumadas por los datos, pero el conocimiento adecuado puede brindar esperanza, así como pasos prácticos [ 1 ].
Panorama de los desafíos de la fertilidad
Los problemas de fertilidad ocurren cuando los procesos normales involucrados en el embarazo se ven afectados. Algunas parejas logran un embarazo de manera natural en unos pocos meses, mientras que otras lo intentan durante un año o más sin éxito. Las razones difieren. Las condiciones médicas, el entorno y la genética pueden influir en el resultado [ 2 ]. Irónicamente, el estrés también puede obstaculizar los intentos, aunque no siempre se vuelve obvio. Los descansos breves o las estrategias personales de afrontamiento suelen ayudar mucho. En general, comprender la variedad de posibles dificultades puede ofrecer una orientación para explorar la asistencia profesional o medidas más simples en el hogar.
En ocasiones, los datos sobre la frecuencia de la infertilidad ponen de relieve que muchas mujeres se enfrentan a retrasos en la concepción. Pero esto no es una puerta cerrada. Muchas acaban concibiendo después de explorar una variedad de soluciones, por lo que el desánimo no debería ser la primera reacción.
Comprender las preocupaciones relacionadas con la edad
La edad es un factor importante. Las mujeres jóvenes suelen tener más óvulos viables, aunque eso no garantiza un éxito inmediato. Con el paso de los años, la cantidad y la calidad de los óvulos disminuyen, lo que puede provocar que los repetidos intentos no tengan éxito. Algunas comienzan a investigar cuántas mujeres son infértiles a mediados de los 30, porque esa época suele marcar cambios más notables en los niveles de fertilidad. Los ciclos pueden seguir pareciendo regulares, pero los óvulos pueden responder de forma diferente a las señales hormonales [ 3 ]. Mientras tanto, los hombres mayores también pueden enfrentar ligeras caídas en la salud de los espermatozoides, por lo que la edad de la pareja masculina puede ser importante. Una conversación exhaustiva con un proveedor médico puede aclarar las opciones, incluidas las evaluaciones de fertilidad femenina , que podrían identificar el mejor camino a seguir.
Factores de riesgo potenciales
Los factores de riesgo de retraso o fracaso en la concepción varían de una persona a otra. El estilo de vida juega un papel clave. Por ejemplo, el consumo frecuente de alcohol o tabaco puede perjudicar la salud reproductiva. Los extremos de peso (bajo peso o sobrepeso graves) a veces alteran la ovulación normal o la función de los espermatozoides. Las enfermedades crónicas, como la diabetes no controlada o los desequilibrios tiroideos, pueden plantear dificultades. La ansiedad o los altos niveles de estrés, aunque intangibles, también pueden alterar los patrones hormonales de manera sutil.
Otro factor son las toxinas ambientales. Ciertas sustancias químicas pueden alterar el equilibrio hormonal, aunque el grado de exposición depende de la resistencia individual [ 4 ]. A veces, las personas pasan por alto estas exposiciones diarias, pero algunos cambios, como el uso de productos de limpieza o de cuidado personal más seguros, pueden resultar beneficiosos.
Problemas ovulatorios y desequilibrios hormonales
Una pregunta importante es cuál es el factor femenino más común en los casos de infertilidad. Un culpable frecuente es un trastorno ovulatorio, lo que significa que el cuerpo no libera un óvulo regularmente o las hormonas necesarias para la ovulación fluctúan de manera anormal. El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es quizás la afección más conocida en este caso, ya que puede alterar la regularidad menstrual e incluso provocar resistencia a la insulina. En otros casos, los trastornos tiroideos pueden hacer que el cuerpo produzca demasiada o muy poca cantidad de ciertas hormonas. La baja progesterona también puede acortar la fase lútea, lo que deja menos tiempo para la implantación [ 5 ].
Reconocer estos desequilibrios de forma temprana puede allanar el camino hacia el embarazo. Los profesionales de la salud suelen realizar análisis de sangre, como FSH (hormona folículo estimulante) o LH (hormona luteinizante), para detectar problemas ocultos. Controlar la temperatura corporal basal en casa durante unos meses también puede indicar un patrón irregular.
La influencia de los nutrientes clave
Los nutrientes son pilares fundamentales de la salud reproductiva. Algunas vitaminas y minerales, como la vitamina C y la vitamina E, ofrecen protección antioxidante tanto para los óvulos como para los espermatozoides. La vitamina D influye en la integridad ósea y la funcionalidad hormonal, lo que ayuda a mantener ciclos estables. Las vitaminas B, en particular la B6 y la B12, pueden ayudar al crecimiento celular y mantener estables los niveles de energía. El hierro es ampliamente conocido por su papel en el transporte de oxígeno en el cuerpo, por lo que una cantidad inadecuada de hierro puede reducir la vitalidad general. El calcio y el magnesio son vitales para el funcionamiento de los músculos, incluidos los músculos uterinos.
El zinc, el selenio, el cobre y el yodo también aparecen en varias listas de control de fertilidad. El zinc apoya la síntesis de ADN e influye en la salud de los óvulos y los espermatozoides. El selenio actúa como antioxidante, el cobre equilibra ciertas enzimas y el yodo potencia el funcionamiento de la tiroides, que tiene un papel esencial en el embarazo. La L-arginina ayuda al flujo sanguíneo, mientras que la taurina puede aliviar la tensión y el estrés [ 6 ]. Algunas personas prefieren obtenerlos a través de un plan de alimentación saludable, otras confían en suplementos específicos. La orientación médica puede decidir qué vía es mejor.
Combinación de apoyo a base de hierbas y aminoácidos
Varios extractos de hierbas y aminoácidos han ganado popularidad entre quienes se preguntan cuántas mujeres son infértiles o cuestionan la fertilidad en general. La raíz de maca podría aumentar la libido. A veces se dice que el Tribulus terrestris mejora la función de la testosterona, que puede afectar al esperma. Mientras tanto, el ginseng aparece a menudo en productos para hombres por sus posibles beneficios para la vitalidad. La Withania somnifera (ashwagandha) se estudia para aliviar el estrés y reforzar las hormonas. La CoQ10 es un antioxidante que ayuda a reducir el estrés oxidativo en los óvulos y el esperma.
La L-carnitina es un aminoácido que puede promover el movimiento saludable de los espermatozoides al ayudar con la producción de energía. Mientras tanto, el aceite de pescado puede proporcionar DHA y EPA, grasas importantes para las membranas celulares [ 7 ]. Aunque no todos ven resultados inmediatos de estos, las historias anecdóticas y algunos estudios preliminares destacan los posibles beneficios.
Posibles cambios en la dieta y el estilo de vida
Algunos cambios básicos en la rutina pueden marcar la diferencia para las parejas que están explorando la frecuencia de los problemas de fertilidad. Una alimentación equilibrada que incluya frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras nutre el cuerpo. Muchas personas consideran que el exceso de azúcar o grasas no saludables perjudican el bienestar. A menudo se recomienda reducir el consumo de tabaco o alcohol, o eliminarlos por completo. Los patrones de sueño también son importantes; un descanso insuficiente puede alterar la liberación de hormonas. El ejercicio ligero, desde caminatas hasta deportes suaves, puede mantener un peso estable, reducir el estrés y estimular una buena circulación.
El manejo del estrés es esencial. Las técnicas varían de persona a persona. A algunas les gusta el yoga o la meditación, mientras que otras prefieren llevar un diario o recibir asesoramiento. Irónicamente, el esfuerzo excesivo o las dietas estrictas sin asesoramiento profesional pueden empeorar la fertilidad al privar al cuerpo de los nutrientes necesarios [ 8 ]. Por eso es mejor mantener la moderación.
La fertilidad masculina también importa
La infertilidad no es una cuestión exclusiva de la mujer, aunque la gente se acostumbre a oír como pregunta habitual qué porcentaje de mujeres son infértiles o qué porcentaje de mujeres son infértiles. Los factores masculinos también son responsables de una parte considerable de los casos generales. El bajo recuento de espermatozoides, las anomalías en la forma y el movimiento deficiente obstaculizan la fecundación exitosa. Los cambios en el estilo de vida, como reducir la exposición al calor cerca de la ingle, pueden ayudar. La ingesta adecuada de zinc, selenio y vitaminas E y C puede mejorar la creación de espermatozoides [ 9 ]. La CoQ10, como se mencionó anteriormente, también se estudia para la fertilidad masculina.
En algunos casos, los hombres pueden sufrir varicocele, un agrandamiento de las venas del escroto que puede elevar la temperatura y dañar los espermatozoides. Esto se puede tratar con cirugía o con medicamentos. A menudo, la identificación temprana de la causa subyacente es crucial.
Entendiendo la evaluación médica
Cuando el éxito sigue siendo difícil de alcanzar después de varios intentos, los médicos pueden sugerir una evaluación de fertilidad. Los análisis de sangre pueden descubrir desequilibrios hormonales ocultos. Las ecografías revelan problemas estructurales en el sistema reproductivo, incluidos quistes ováricos o fibromas uterinos. En el caso de las mujeres, las pruebas especializadas pueden verificar si las trompas de Falopio están abiertas o si las cicatrices impiden el movimiento de los óvulos. En el caso de los hombres, el análisis de semen verifica parámetros clave de los espermatozoides. Algunas parejas descubren que una combinación de problemas menores en ambos lados complica el proceso.
Las herramientas tecnológicas están evolucionando. Las pruebas genéticas avanzadas también pueden detectar si ciertos factores hereditarios contribuyen a las dificultades [ 10 ]. En términos más simples, cuanto antes se descubra cualquier problema, mayor será la probabilidad de encontrar soluciones específicas.
Posibles caminos hacia la concepción
Algunas parejas conciben de forma natural, pero simplemente tardan más tiempo. Otras recurren a la ayuda médica. Las relaciones sexuales programadas, guiadas por kits de ovulación, pueden ser suficientes para ciertas parejas. Los medicamentos que inducen la ovulación pueden regular los ciclos si la ovulación es irregular. La inseminación intrauterina (IIU) es un procedimiento en el que se coloca el esperma directamente dentro del útero. Mientras tanto, la fertilización in vitro (IVF) es un método más avanzado.
En la FIV, se extraen óvulos, se fecundan en un laboratorio con espermatozoides y luego se implantan nuevamente en el útero. Este método puede ser un alivio para quienes tienen las trompas de Falopio obstruidas o un recuento bajo de espermatozoides. Sin embargo, la FIV no está garantizada y puede resultar costosa o emocionalmente desafiante [ 11 ]. Se recomienda evaluar las opciones con asesoramiento profesional para determinar si se adapta a sus circunstancias personales.
Bienestar emocional y apoyo
Las altas expectativas durante un proceso de fertilidad pueden generar frustración o tristeza cuando los intentos fracasan. El bienestar emocional es crucial para mantener la perspectiva. El apoyo de amigos, familiares o consejeros puede aligerar la carga. Algunas personas prueban grupos de apoyo donde comparten sus experiencias con los tratamientos de fertilidad o simplemente hablan sobre la montaña rusa emocional diaria [ 12 ].
El autocuidado adopta muchas formas. Algunas personas encuentran beneficiosa la reflexión tranquila, mientras que otras prefieren salidas creativas como el arte o la música. La comunicación entre socios también es vital. El trabajo en equipo a menudo alivia la tensión, fomenta el apoyo mutuo y mejora la salud general de la relación, independientemente del resultado final.
El resultado final
La curiosidad sobre qué porcentaje de mujeres son infértiles, cómo afecta la edad a la salud de los óvulos o si el estrés influye en ello son partes de un rompecabezas mayor. Muchas parejas se dan cuenta de que pequeños ajustes en la dieta, el ejercicio o los niveles de estrés pueden tener efectos sorprendentes. Mientras tanto, las intervenciones médicas, si son necesarias, ofrecen otra vía. En cualquier caso, la autoeducación sobre la fertilidad puede abrir las puertas a nuevos conocimientos. Una comunicación clara con los proveedores de atención médica suele conducir a mejores decisiones sobre los próximos pasos. También es aconsejable mantener la esperanza y recordar que, aunque la fertilidad pueda retrasarse, existen soluciones para muchas personas. Para quienes todavía se preguntan qué tan común es la infertilidad o si hay soluciones accesibles, ponerse en contacto con un profesional calificado es un punto de partida clave.
Preguntas frecuentes
¿Pueden ciertas vitaminas resolver por sí solas los problemas de fertilidad?
Ninguna vitamina es una cura mágica. Sin embargo, vitaminas como la B6, la B12 y la D, y minerales como el zinc pueden contribuir a una salud importante para la concepción.
¿El estrés impide automáticamente el embarazo?
El estrés puede afectar las señales y los ciclos hormonales, pero muchos factores influyen en la fertilidad. Reducir el estrés puede ser beneficioso en general, aunque a menudo no es la única barrera.
¿Se les hace siempre a los hombres pruebas para detectar problemas de fertilidad?
Sí, se recomienda que ambos miembros de la pareja se hagan pruebas porque los factores masculinos representan una parte importante de los casos de infertilidad. Un análisis de semen suele revelar problemas de recuento y motilidad de los espermatozoides.
¿Cuánto tiempo hay que esperar antes de buscar atención médica?
Las pautas generalmente sugieren hasta un año de relaciones sexuales regulares sin protección para quienes tienen menos de 35 años. Después de los 35, seis meses podrían ser tiempo suficiente para considerar recibir apoyo médico.
¿Son los suplementos herbales seguros para todos?
No necesariamente. Cada individuo debe consultar primero con un médico o un profesional calificado, especialmente si tiene problemas de salud o toma medicamentos en curso.
Citas
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